Sobre José Luis Soberanes Fernández y Serafín Ortiz Ortiz. Nuevas visiones e interpretaciones del proceso emancipador, 1821-2021
Carlos Arellano González
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En 2021 se conmemoró el bicentenario de la independencia mexicana. Como resultado, se realizaron distintos eventos y publicaciones académicas que buscaron dar cuenta de aquel proceso en sus distintas vertientes, mostrando nuevas interpretaciones, actores y discusiones que aumentan nuestro entendimiento de aquel violento proceso de gestación de México como país independiente.
Sin profundizar en el recorrido historiográfico que nos permita situar la presente obra, vale la pena mencionar que, desde las aportaciones historiográficas anglófonas y las realizadas por François- Xavier Guerra, José Carlos Chiaramonte, Antonio Annino, Virginia Guedea y Jaime R. Rodríguez en 1992, la historiografía sobre la independencia tuvo una renovación que amplió los análisis hacia la irrupción de la modernidad y el liberalismo en América, “la persistencia de la sociedad corporativa”, las condiciones sociales de la revuelta popular y a enmarcar la lucha independentista en un contexto imperial que anteriormente no se habían estudiado.1 Posteriormente, temas como el autonomismo y el gaditanismo se sumaron a los aportes de nuevas líneas, donde encontramos trabajos de Anne Staples, Mercedes de la Vega, Manuel Chust, Jaime Rodríguez, Xiomara Avedaño y Juan Ortiz Escamilla. Además, los pueblos armados, la cotidianidad y la guerra también fueron temas que fueron nutriendo los intereses de la historiografía, donde los actores populares cobraron cada vez más una mayor importancia.2
Así, dos décadas más tarde se abrieron los temas de la cultura política y de la historia conceptual, la cual aportó instrumentos de interpretación capaces de develar un nuevo lenguaje político y de las ideas. Elías José Palti, Carlos Herrejón Peredo, Alfredo Ávila y Rodrigo Moreno se sumaron a estos trabajos.3 También, la historia de las mujeres cobró la relevancia que tuvo privada por tanto tiempo, encontrando trabajos interesantes como el editado por Moisés Guzmán Pérez, Mujeres y Revolución en la Independencia de Hispanoamérica,4 sin olvidar los diversos trabajos relacionados al ámbito militar y a la insurgencia.
De esta manera, el texto coordinado por José Luis Soberanes Fernández y Serafín Ortiz Ortiz, Nuevas visiones e interpretaciones del proceso emancipador, 1821-2021, publicado en colaboración del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, con la Universidad Autónoma de Tlaxcala, presenta 10 artículos que indagan en nuevas y continuas preocupaciones de la investigación histórica del proceso independentista mexicano.
Adriana Fernanda Rivas de la Chica en su texto “«Acantonada con el disfraz del inglés, puede ser nuestra enemiga». Milicia y crisis política en Nueva España, 1808-1810”, expone la forma en que la milicia provincial acantonada en el cantón de Xalapa, entre 1805 y 1808, fue decisiva en la destitución del virrey José de Iturrigaray, así como la influencia de aquel espacio en el fermento de las conspiraciones sucesivas. La ágil lectura y las explicaciones presentes en el aparato crítico permiten entender la amenaza que las milicias significaron para las élites comerciales de Veracruz y de México, buscando comprender su decisión de destituir al virrey en 1808, a pesar de no existir ningún lazo entre él con las milicias. Rivas también critica el falso consecuente de que los milicianos decidieron apoyar a Iturrigaray una vez destituido y presenta los casos de Valladolid, San Miguel y Querétaro, optando por la tesis de que el cantón de Xalapa fungió más como un espacio de sociabilidad y de intercambio de ideas, que como un centro planificador de la insurgencia.
El trabajo de Israel Ugalde Quintana, “Antonio Valdés y el Movimiento Insurgente en la costa chica de Oaxaca, 1810-1811”, presenta a algunos actores y acciones olvidadas en los papeles de los archivos. Su metodología da cuenta también de las dificultades del estudio regional y local de aquella primera etapa independentista en Oaxaca. El texto estudia el movimiento insurgente de la alcaldía de Xicayán entre 1810 y 1811, partiendo del reconocimiento del espacio geográfico, los actores económicos y sociales, así como de la situación indígena afrodescendiente tan importante para el movimiento. Resulta de interés ver a la población organizada entre la insurgencia y la contraguerrilla en defensa de sus intereses más que aquellos propugnados por el movimiento del Bajío. Ugalde sigue el movimiento de Antonio Valdés, lugarteniente de Morelos en la región hacia 1811, y la violencia desatada en Xicayán que daba el tenor de una “guerra de castas”, en tanto que distintos clérigos, entre ellos el obispo de Oaxaca Antonio Bergosa y Jordán, buscaron frenar y condenar el movimiento de Valdés. Este brote fue la chispa requerida para detonar el polvorín insurgente en Oaxaca los años venideros.
Por su parte Manuel Chust nos presenta una valiosa pieza de las discusiones gaditanas en torno a los debates de los tres primeros artículos por las Cortes reunidas en Cádiz, relacionados con la nación, la soberanía, la unión entre territorios y ciudadanos y la independencia de éstos ante cualquier potestad: la ruptura total del Antiguo Régimen ante las olas liberales que sacudían Europa. Así, en el texto “José Miguel Guridi y Alcocer, más allá del liberalismo hispano”, presenta en medio de estos debates a José Miguel Guridi, congresista novohispano y tlaxcalteca partícipe en las Cortes, donde detonó agudos y audaces participaciones. Por ejemplo, destacan aquellas en que rechazó el concepto de nación española y a su consideración de integrar en esta definición a otros grupos de la monarquía ultramarina, lo que permitió plantear en las Cortes la integración de las castas —de acuerdo con Chust— y el reconocimiento de distintas soberanías: un problema federalista al frente de defensores absolutistas. Así, la participación de Guridi y su análisis por Chust traen a cuenta la participación de los diputados americanos imbricados en las discusiones de las Cortes, además de reflejar la labor en apariencia contradictoria por afirmar el ideario liberal y las ambivalencias hemisféricas entre América y España.
“«Del patriotismo de usted depende la salud de la República». Xavier Mina y su desencuentro con el padre Torres”, de Gustavo Pérez Rodríguez, se aprecia con suma claridad y una ágil narrativa el desencuentro entre Xavier Mina con el padre Torres, personaje ignorado por la historiografía. En sus páginas encontramos el contexto de la resistencia en el Bajío y Guanajuato, así como la relación sostenida por Mina con los líderes insurgentes de la región, todos bajo el mando del comandante general, el padre Torres, quien hizo oídos sordos a las peticiones de Mina de salvaguardar la integridad del fuerte de El Sombrero hacia 1817. Lo anterior ocasionó una serie de desastres que llevaron a la casi extinción de la resistencia. Finalmente, el autor concluye con una interesante reflexión sobre el estudio de los actores relegados por la historiografía.
En el texto realizado de manera conjunta por Edwin A. Álvarez Sánchez y Pedro Celis Villalba, “Indumentaria militar durante la guerra de independencia y primer imperio, 1808-1823”, se percibe una lectura del proceso independentista a través de la indumentaria empleada por los combatientes en aquellos años. La uniformología militar es un campo poco explorado en México, como indican los autores, de ahí que el texto resulte de gran interés para acercarnos a la simbología y a la jerarquía manifiesta en los uniformes, ya que éstos denotan graduación e identidad. Desde una visión general de los uniformes españoles del s. XVIII, hasta los uniformes insurgentes, trigarantes e imperiales, los autores analizan a partir de retratos militares de distintas colecciones, tanto nacionales como internacionales, la imagen de poder y la integración del uniforme presente en la obra. Lo que se lamenta de un trabajo de esta naturaleza es la ausencia de imágenes que permitan darle seguimiento a la lectura visual de las vestimentas castrenses que describen, así como las escasas referencias reglamentarias que permitan a los interesados seguir esta línea de investigación. No obstante, los autores se esmeran por hacer una descripción puntual de las obras y de su localización.
El texto de Joaquín Espinosa “Lo realista no quita lo Trigarante. La trayectoria de Anastasio Bustamante, entre la contrainsurgencia y la consumación (1810-1821)” nos trae la participación del “héroe de Juchi” en el proceso independentista, desde su contacto con Félix María Calleja hacia 1808 y su integración a los cuerpos milicianos de San Luis en 1811, hasta sus correrías en los destacamentos volantes del bajío y su adhesión a la trigarancia a inicios de 1821. Es en esta última etapa donde Bustamante sobresale como un líder colaborador —así como lo hizo con Luis de Cortázar—, diplomático y negociador con las élites políticas y económicas del centro de la Nueva España, lo que sin duda le valió el mérito de consagrarse como presidente de la facción centralista años después.
Los textos posteriores dejan en evidencia el creciente interés que la campaña Trigarante ha tenido entre los jóvenes investigadores, enfocándose en la captura y entrada de este ejército a la ciudad de México en septiembre de 1821. El texto de Eduardo Orozco, “La campaña militar del ejército Trigarante en el centro de la Nueva España, 1821”, complementa el anterior al presentar un esfuerzo por sintetizar el avance del Ejército Trigarante entre febrero y septiembre de 1821 hacia la capital novohispana. En este trabajo apreciamos la práctica de negociación y presión de los contingentes trigarantes, ejecutando lo que será una dinámica militar que se buscará imitar en el México independiente por medio del pacto entre generales (Zavaleta y Tacubaya).
En el artículo “La guerra propagandística en la consumación de la independencia: los periódicos del Ejército Trigarante”, de Emmanuel Rodríguez Baca, se analizan los periódicos El Mejicano Independiente, El Ejército Imperial Mejicano de las Tres Garantías, Busca Pies a los españoles y americanos, y El Diario Político Militar Mejicano, los cuales expusieron los principios e ideas del movimiento, además de tener la intención de levantar la moral de los sublevados, destacar las victorias en el campo militar y político, compartir las proclamas y adhesiones, y desanimar a la defensa virreinal. En estos “periódicos de trinchera”, el autor destacó la función sobre la marcha que emprendieron los editores, cuyo trabajo no sólo ayudó de manera favorable a moldear la percepción pública sobre la trigarancia, sino también que, a partir de compartir las noticias puntuales sobre las negociaciones y los sitios, se establecieron paradigmas sobre el proceder de la campaña.
Serafín Ortiz Ortiz nos presenta con “La entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México a través del Diario Político Militar Mejicano” los festejos y recepción que recibieron las fuerzas trigarantes por medio de la prensa de la época, con el objetivo de moldear la percepción de este ejército entre la sociedad novohispana. A través de una clara argumentación, Ortiz Ortiz desarrolla los movimientos y adhesiones de las fuerzas trigarantes en 1821 hasta su llegada a la ciudad de México, donde la prensa de esta fuerza militar compartió manifiestos, proclamas, adhesiones y llamados a la ocupación pacífica de la ciudad. Al final, el trabajo se integra a los textos sobre el papel de la prensa durante la guerra independentista.
Finalmente, Jaime del Arenal Fenochio comparte un texto extenso, nutritivo y muy revelador en datos, análisis e información en “Una nueva lectura del Acta de Independencia de 1821”. A partir de un análisis histórico y jurídico se realiza la relectura de una de las fuentes jurídicas que dieron origen a México como nación independiente. Lo anterior condujo a la afirmación de Jaime del Arenal de que el Acta de Independencia de México no se firmó el 28 de septiembre de 1821, lo cual a resultas de parecer anatema en la historia política nacional, lo sustenta el autor con pruebas y una contundente evidencia a partir de fuentes de la época tales como Lucas Alamán, Vicente Rocafuerte, Juan López de Cancelada, así como de una amplísima historiografía que convierten el aparato crítico en un segundo texto de análisis e interpretación. A esto se suma el estudio procesal y jurídico realizado por el autor de los órganos que proclamaron el Acta que le dio origen a México.
En conclusión, Nuevas visiones e interpretaciones del proceso emancipador, 1821-2021, es un texto que se suma a las publicaciones realizadas en conmemoración del Bicentenario de la Consumación de Independencia. Como se revisó, los artículos aportan enfoques novedosos y que renuevan la lectura e interés histórico por uno de los periodos más significativos de la historia de México, permitiendo la construcción de la línea historiográfica que inicialmente se mencionó.
1 ÁVILA, Alfredo, “La historiografía sobre la independencia de México: un nuevo consenso”, en Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política, Humanidades y Relaciones Internacionales, año 24, núm. 49, enero-abril 2022, pp. 571-575; IBARRA, Ana Carolina, “Hacia el bicentenario: la historiografía reciente sobre la independencia hispanoamericana”, en RÍOS MÉNDEZ, Norma de los e Irene Sánchez Ramos (comp.), América Latina: aproximaciones multidisciplinarias, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2005, pp. 36-40.
2 ÁVILA, op. cit., pp. 575, 579; GRANADOS, Luis Fernando, “Independencia sin insurgentes. El bicentenario y la historiografía de nuestros días”, en Desacatos, núm. 34, septiembre-diciembre de 2010, pp. 11-26.
3 MORENO GUTIÉRREZ, Rodrigo, “La Historiografía del Siglo XXI sobre la Independencia de México”, en
Historiagenda, núm. 38, octubre 2018-marzo 2019, p. 30
4 GUZMÁN PÉREZ, Moisés, (ed.), Mujeres y revolución en la independencia de Hispanoamérica, Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de la Mujer del Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo, 2013. (Colección Bicentenario de la Independencia, v. 17).
Bibliografía
ÁVILA, Alfredo, “La historiografía sobre la independencia de México: un nuevo consenso” en Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política, Humanidades y Relaciones Internacionales, año 24, núm. 49, enero-abril 2022.
GRANADOS, Luis Fernando, “Independencia sin insurgentes. El bicentenario y la historiografía de
nuestros días” en Desacatos, núm. 34, septiembre-diciembre de 2010, pp. 11-26.
GUZMÁN PÉREZ, Moisés (ed.), Mujeres y revolución en la independencia de Hispanoamérica, Morelia, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo-Secretaría de la Mujer del Gobierno del Estado de Michoacán de Ocampo, 2013. (Colección Bicentenario de la Independencia, v. 17).
IBARRA, Ana Carolina, “Hacia el bicentenario: la historiografía reciente sobre la independencia hispanoamericana” en Norma de los Ríos Méndez e Irene Sánchez Ramos (comp.), América Latina: aproximaciones multidisciplinarias, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2005.
MORENO GUTIÉRREZ, Rodrigo, “La Historiografía del Siglo XXI sobre la Independencia de México”, Historiagenda, núm. 38, octubre 2018-marzo 2019, pp. 26-35.
SOBERANES FERNÁNDEZ, José Luis y Serafín Ortiz Ortiz (coords.), Nuevas visiones e interpretaciones del proceso emancipador, 1821-2021, México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma de Tlaxcala, Centro de Investigaciones Jurídico-Políticas, 2022, 219 p.